Sánchez promete ampliar el ingreso mínimo y crear un subsidio por cuidado de hijos en pleno hachazo fiscal
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretende dar un paso más allá en su idea de extender los subsidios a los ciudadanos, una estrategia encaminada según el Ejecutivo a eliminar la extrema pobreza y redistribuir la riqueza pero que crea una sociedad subsidiada, cautiva del Estado, y que da al Gobierno miles de votos, según los expertos críticos.
Según el documento ‘España 2050’ presentado este jueves por Sánchez, el Gobierno es partidario de «extender la cobertura y la cuantía de las prestaciones no contributivas en el marco del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y más allá de este, adaptándolas a las necesidades de colectivos específicos, como las familias con hijos e hijas a cargo», señala el documento.
«Por su diseño, el IMV tendrá un limitado efecto redistributivo, aunque sí será clave en la reducción de la pobreza extrema. Por tanto, serán necesarios otros instrumentos que amplíen la cobertura de ingresos» de las familias más necesitadas.
El Gobierno, a través de este documento elaborado por un grupo de expertos elegido por el Ejecutivo, propone crear un nuevo subsidio «por crianza de hijos e hijas menores de 18 años». El plan del Gobierno es que este nuevo subsidio lo cobren todas las familias. «En un primer momento, esta prestación deberá dirigirse a todas aquellas familias que se encuentran en situación de riesgo de pobreza, pero no cumplen los requisitos para acceder al IMV. Posteriormente, deberá ampliarse al resto de familias del país», explica.
Además de crear este nuevo subsidio, el Gobierno plantea además «reformar las prestaciones familiares, que en España tienen un efecto muy pequeño sobre la distribución de la renta». Según el documento, las ayudas a las familias con hijos se concentran en el IRPF. Sin embargo, dice, las personas y familias que no presentan declaración de la renta porque no obtienen rentas no pueden beneficiarse del ahorro fiscal correspondiente a las cargas por hijos.
Por eso, propone que «en el medio y largo plazo, se debería cambiar el tratamiento fiscal de las cargas por descendientes para que, como ocurre con la deducción por maternidad, pudieran ser devueltas al contribuyente en el caso de aquellos hogares que no tienen obligación de tributar, pero cuyos ingresos anuales están por encima del umbral del IMV».
El documento llama a elevar el gasto en protección social de cara a 2050, aunque no habla de cantidades. De momento, por ejemplo, el coste del ingreso mínimo asciende ya en abril a 195 millones de euros y sólo llega a 240.000 hogares de los 850.000 prometidos. Eso significa que el coste anual ascendería a más de 2.000 millones y sólo llega a una tercera parte de los previstos. El coste calculado por el Gobierno fue de 3.000 millones anuales, claramente inferior a la realidad. Consecuencia: más gasto, más déficit.
España subsidiada
La primera consecuencia de implantar estas medidas será incrementar el gasto público y tener que elevar los impuestos para evitar el descuadre de las arcas públicas. Precisamente por eso, el Gobierno prepara una avalancha de nuevos impuestos en este documento: a los aviones, a los coches, a los combustibles, a las empresas…
La segunda consecuencia será la ampliación de la llamada ‘España subsidiada’. Entre los ciudadanos que cobran el paro, otras prestaciones como el IMV, los empleados públicos -al alza- y los pensionistas, seis de cada diez españoles vivirán de ‘papá’ Estado, un porcentaje que se ampliará con este nuevo subsidio por cuidado de hijos menores de 18 años para todas las familias.